viernes, 11 de diciembre de 2015

el eso en mí



A veces se esconde debajo de la mesa, se queda debajo de la almohada o dentro de la ùltima copa.  
También se desvanece con las làgrimas, se enreda entre los dedos y se pierde con el tiempo.

Siempre escucha y siempre me acompaña, tal vez siempre haya estado ahí, incluso cuando creí perderla sabía que no sería para siempre.

Ellas me lo recordaron en las cartas, ellas la despertaron... y aunque está algo adormilada la ilusión me dice que tiene mas fuerza que nunca.


Necesita salir y gritar, necesita volar y hacer giros en el aire. Necesita escribirse y hacer fotos. Necesita música y quizás también un buen café.


Tal vez nunca se fue, tal vez me soltó la mano para enseñarme a ser valiente y para valorar lo bonita que era cuando estuvo. Quizás también pueda hacerse mayor y bonita a la vez. Tal vez escriba muchas historias y me haga saltar al vacío para poder volar.
 Le he echado tanto de menos para parece que ya está aquí, y encima le gusta el invierno.




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