Volar hace que me encuentre conmigo misma. Veo mis miedos a un cm d mi cara. Hoy sin duda y más que nunca volar tiene ese sabor agridulce.
Serán x el "las 7 de la maňana" o por el ruido del motor al despegar.
Es pronto para oler la navidad pero ya es tarde para disfrutarla.
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