El pasado mes de Noviembre, decidimos visitar Venecia. Y un día cómo hoy unos meses más tarde, descubro que hay algo que me gusta más que hacer fotos y viajar y es, encontrarte las fotos y disfrutar.
Al llegar, nos encontramos con que el tiempo estaba de nuestra parte y con la admiración de que el agua podía hacer de patio-jardín en la mayoría de las casas.
Te imaginas como debe ser vivir allí y moverte en barco cada mañana. O la sensación de que tu puerta acceda al agua.
En el vaporetto. |
Con el campanile de fondo |
Parada oficial fue sin duda la plaza de San Marcos y el Palacio Durcal, el cual también contemplamos por dentro.
Plaza de San Marcos |
Campanario |
Tras un paseo entre la multitud y unos cuantos miles de selfies, el cuerpo y la ciudad invitaban a tomar un capuccino.
Puente de las lamentaciones |
Decidimos cruzar al otro lado de la isla y visitar el campanario donde las vistas son espectaculares.
Quizás una de las visitas más bonitas fueron las islas Burano y Murano. Y aunque para ello sea necesario un rato largo de vaporetto creo que merece la pena disfrutar de sus casas de colores.
Murano |
Recién llegados a Burano |
Estas casitas de colores pintan esta isla de color y alegría y te transportan a una película de dibujos animados.
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